¡Buenos días!
Todo el mundo se centra siempre en cosas consideradas importantes, dejando de lado otros elementos que lo son igual o incluso más.
Hoy os voy a hablar un poco de las emociones, de eso que sentimos cuando estamos contentos, tristes, sorprendidos o tenemos miedo.
Como futura profe pienso que va a ser algo muy importante tener en cuenta las emociones de los alumnos y alumnas y que por lo tanto también lo será enseñarles que deben expresar lo que sienten ya que así todo fluirá mucho mejor. A la hora de la verdad todos y todas sabemos lo difícil que resulta esto de mostrarle a los demás lo que sentimos, pero una vez que lo hagamos las cosas cambiarán, y ser sinceros/as habrá valido la pena.
Aunque la mayoría de las veces las emociones parece que no forman parte de las materias que se dan en las aulas, creo se debería empezar a darles el valor que realmente tienen, porque al fin y al cabo lo que sentimos va a variar nuestra actitud, en este caso en un aula donde los niños y las niñas estén frustrados/as y tristes todo va a ir mucho peor que en una en la que se sienten a gusto y en la que todos y todas sean igualmente valorados/as.
Lo que está claro es que nuestras emociones regulan nuestro bienestar, y que por lo tanto debemos saber cómo controlarlas y expresarlas.
Que además de matemáticas, lengua, ciencias y arte hay que enseñar a compartir, a superar el fracaso, a soñar…que lo que transmitas no sean solamente conocimientos, sino también valores como el respeto, la igualdad, la amistad o la justicia.
Por si queréis ver cómo sería una clase en la que la educación emocional se tiene muy en cuenta os dejo este documental, realizado a lo largo de un curso en un aula de Japón. A mi me ha emocionado mucho y me encantaría poder crear un ambiente así en una clase algún día.
¡Aprender es importante, pero sentir lo es más!
Marta Pazos
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