Controlando nuestras emociones

¿Es posible tener algún control sobre nuestras emociones? ¿Cómo es posible que alguien sea capaz de hablar en público sin nervios mientras otra persona no puede? ¿Por qué hay gente que en una discusión puede mantener la calma mientras otra pierde los nervios?

Todo esto se debe a que hay personas que son capaces de controlar sus propias emociones, que por ejemplo mientras otras se derrumban y se quedan llorando en un esquina cuando reciben una mala noticia, otras se derrumban igualmente pero se fuerzan a hacer algo productivo que los/as ayude a salir de esa esquina y a avanzar.

Sobre esto hay diversas opiniones, algunos psicólogos creen que tenemos el control total sobre nuestras emociones, mientras que otros creen que no existe ninguna posibilidad de hacerlo.

Sin embargo,hay investigaciones explican que lo importante es la forma en la que interpretas tus emociones, ya que esto puede cambiar la forma en la que vives. Contestando a una de las anteriores preguntas podemos decir, que si la persona que va a hablar en público interpreta los nervios como entusiasmo y ganas de hacerlo bien, posiblemente tenga más éxito que la que entiende sus nervios como algo negativo, como una señal de alarma.

Conocemos que existen cuatro emociones básicas: enfado, miedo, alegría y tristeza. Un dato curioso sobre estas es que un estudio mostró que la emoción que más dura en el tiempo es la tristeza, pudiendo durar hasta cuatro veces más que la alegría. Dado esto os voy a hablar de algunos sistemas que os pueden ayudar a la hora de controlar vuestras emociones. Es importante recordar nuestras virtudes y éxitos, ya que en  momentos en los que nos vayamos a desanimar, esto de reafirmar las cosas que nos hacen sentirnos orgullosos/as de nosotros/as mismos/as puede venir muy bien. También podemos intentar preocuparnos sobre algo más tarde, ya que de esta manera nos preocuparemos menos o podemos escribir un diario sobre nuestras emociones, lo que nos echará una mano reduciendo la posibilidad de tener pensamientos negativos.

La enseñanza que podemos tener en cuenta a partir de ahora es que  nuestro cuerpo nos aporta la energía pero está en nuestras manos la forma en la que vamos a utilizar esa energía.

 ¡Así que ya sabéis, a pensar en positivo, ya que de lo que pensamos que es malo siempre podemos sacar algo bueno!¡Hasta la próxima!